lunes, 15 de febrero de 2010

Caos, Politica y Medio Ambiente

Cuando voy conduciendo por la ciudad de Bonao, casi siempre tengo una sensación de incomodidad y desasosiego, producida por el caos que existe en las calles de la ciudad.  Cada día hay mas vehículos en las calles, principalmente motocicletas y pasolas;  al parecer este pandemónium se ha convertido en algo cotidiano, por mi parte no he podido acostumbrarme, pero la realidad es que resulta irritante transitar por cualquier vía de esta ciudad. 

En algunos lugares del mundo, usted puede apreciar el nivel de educación de las personas que residen en una determinada área urbana o sub-urbana, por la manera como conducen sus vehículos, la cortesía y consideración que demuestran al conducir, y que decir del conocimiento de las leyes de transito.

Aquí por el contrario competimos para ver quien es mas grosero, desconsiderado, y la mayoría de las veces, temerario y desconocedor de la leyes de transito.  Las leyes de transito..... como la mayoría de las leyes en este país, no se cumplen, la autoridad vive de operativo en operativo, y sin operativo cada cual hace lo que le da la gana.

A mi me parece que el manual de transito debe ser materia obligada en las escuelas del país. Si esto le parece una exageración, las cifras de muertos, heridos y mutilados por accidentes de transito no lo son.  Otra idea descabellada que se me ocurre, es que todo el que venda una motocicleta, por ejemplo, le entregue un manual de las leyes de trafico de la República Dominicana al comprador, o que se instituyan escuelas, no para aprender a manejar, sino para aprender a tener modales manejando un vehículo de motor.

Con el caos que se ve cada día en las calles de la ciudad de Bonao y en la mayoría de las ciudades del país, tengo la ligera impresión de que la autoridad no quiere serlo, o tiene miedo de ejercerla.  En este país, algunas veces sentimos que el desorden es generalizado, por ejemplo los derechos se reclaman por la fuerza, con huelgas, destrucción de la propiedad publica y privada, etc. (todos conocemos los etcs.)  

Si usted viola la ley, siempre habrá algún militar de alto o mediano rango, o un senador, un diputado, hasta un presidente de comité  municipal, que le ayudara a salir del problema, es decir, un representante de la ley o del poder legislativo, no se inmuta para venir en auxilio de alguien que ha cometido una "travesura" violando la ley, cualquiera que esta sea.

Dentro de este desorden nada esta seguro.  Ni su integridad física, sus propiedades, su familia, o cualquier otro bien material o no que usted posea.  Como poner orden en una nación que apuesta al chepaso.  Que hacer para organizar individuos, tan individuales que no encuentran la identidad colectiva por ningún lado.

Podríamos hablar largo y tendido de todo lo que acontece en nuestro diario vivir en esta tierra de ensueños y pesadillas.  De las palabras que oímos con tanta frecuencia que llegan a formar parte de nuestras vidas y poco a poco van destruyendo la capacidad de asombro que nos pueda quedar.  

En el desorden también entra el medio ambiente, los recursos naturales dominicanos están siendo inmisericordemente  depredados y la voz del país no se oye.  Hay voces aisladas que se escuchan, pero nada pasa.  La acción organizada en contra de la cementera de los Haitises debe replicarse a nivel nacional en cada punto donde sea necesaria la defensa de nuestros recursos naturales. 


El Desorden del que les hablaba anteriormente es el que permite que se firmen tratados en defensa del medio ambiente, que son violados al día siguiente.  Pero la gran mayoría no sabe nada, no dice nada, no hace nada.  Estamos como congelados frente a los grandes problemas nacionales, hemos perdido la capacidad de reacción, no queremos comprometernos y estamos perdiendo el país.



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