Al parecer en nuestro país vivimos en un estado permanente de inconsciencia, recibiendo a cuenta gotas lo que la vida quiere darnos, y lo que la inequidad permite. Nuestra sociedad esta en crisis, todos hablamos de ello, los antivalores son promovidos y nuestras instituciones parecen burdeles de mala muerte donde todo se compra y todo se vende y lo que es peor, todo esta permitido.
Al parecer no tenemos una respuesta como país a nuestra problemática social, económica y política, estamos en manos de un grupo de simuladores, con la capacidad de encantar a las masas con su canto de sirena, sin que sean capaces de producir los cambios necesario para sacarnos del sub-desarrollo o tercermundismo que tanto beneficio les ha dado. Muchas veces pienso que nuestro sistema político esta diseñado exactamente para eso, para permitir todas las actividades ilícitas que los políticos (de todos los partidos) realizan en detrimento de la población.
Pero lo peor de todo es que no tenemos conciencia ciudadana, no conocemos cual deber ser el comportamiento de la clase política del país; de esa manera aceptamos todas las marrullerías, corrupción, ineptitud, falta de planificación, despilfarro de los recursos del estado, un estado que solo funciona cuando de alguna manera el partido en el poder saca algún beneficio político. Lo que es lo mismo, pagamos impuestos y nos endeudamos hasta la médula, para que, para tener el barrilito, el metro, a Edenorte y Edesur y demás empresas eléctricas, entre otras bellezas, desfalcando el erario publico y a la población indefensa.
Como es posible que nuestra clase política (no solo el partido en el poder) sea incapaz de resolver los problemas básicos de la población, de que manera se explica el atraso en el sector educativo, la precariedad con que operamos el sistema publico de educación. con una sobre población enorme, con tandas de solo tres horas de clases, con materiales didácticos que necesitan modernizarse. La clase magisterial mal remunerada y peor entrenada, para capacitar a nuestros estudiantes para que puedan competir en el mercado laboral globalizado de esta nueva centuria.
Podríamos seguir hablando por horas acerca de nuestra realidad, del futuro que nos espera de no trabajar por cambiar este sistema de seudo-democracia, si, una especie de aristocracia partidaria, que fomenta la delincuencia, la corrupción, la mentira, la simulación, y por que no los siete pecados capitales en su conjunto. Si no entendemos, como nación, como ciudadanos, que hay una forma mejor de vivir, que los recursos del estado nos pertenecen a todos por igual y que si no queremos matarnos unos con otros en este país de hermanos, entonces debemos usar las armas que la democracia nos da, el voto, y remover todo lo podrido, todas esas letrinas forradas con oropeles, que son nuestra vergüenza.
No debemos dejar nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos en manos de corruptos ineptos, que no tienen respuestas.
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