Cuando leo la prensa, impresa o electrónica, de nuestro país, me siento orgulloso de los profesionales y de la clase política, de los partidos, de los empresarios, de los obreros, y campesinos, en fin, me identifico plenamente con los discursos que día a día se publican por todos los medios de comunicación de la nación. Discursos donde se exponen los diversos problemas nacionales y donde ademas se plantean soluciones.
Cuando por ejemplo, oigo a los políticos hablar del sacrificio que realizan al servirle a la patria, de lo difícil que es ser un servidor publico en nuestro país, me lleno de regocijo, pienso, el futuro nos sonríe, estamos haciendo todo lo posible para que las generaciones futuras encuentren una nación madura, fuerte, educada, institucionalizada. Una nación con políticas y políticos transparentes y decentes. Ese discurso me parece estupendo, pero....es un discurso, se ha conciliado alguna vez ese discurso con la realidad?. Se han sintonizado?
Pero la hermosura de la oratoria, florida, enriquecida con citas que nos hacen pensar en la educación y la capacidad del orador, no solo es exclusividad de nuestros políticos, no, no es así; si oímos las entrevistas de los empresarios, comerciantes, dirigentes de gremios choferiles y sindicatos de trabajadores, vamos a ver un común denominador, todos nos estamos sacrificando por el país, a todos nos salen hermosas palabras e ideas. Pero de todas esas palabras, no salen resultados.
Ahora bien, este país hace mucho tiempo que dejo de necesitar arengas, caudillos y palabras y discursos bonitos, que solo promueven el intelecto del orador. En los actuales momentos, necesitamos resultados, necesitamos una re-ingeniería del estado dominicano, encaminada a convertirlo (el estado) en un servidor del pueblo dominicano. Donde el orden de prioridades se establezca tomando en consideración, las necesidades de la nación, y no los caprichos de caudillo de turno.
La precariedad de los servicios básicos en nuestra nación, son una muestra clara de la falta de gerencia que existe en todos los niveles del manejo de la cosa publica, incluyendo el medio ambiente. En nuestra provincia, Monseñor Nouel, con la presente sequía el numero de ríos con algún caudal de agua ha disminuido a un estado critico. Cree usted que alguien detendrá la tala de arboles en las lomas y montanas que circundan la ciudad? yo no lo creo, cree usted que alguien hará cumplir la ley de medio ambiente? no? yo creo igual que usted, y esto es por que A NADIE LE IMPORTA.
Por ultimo me gustaría comentarles acerca de un viaje que hice a San Jose de las Matas, este es el municipio mas grande de Santiago, esta enclavado en la sierra de la Cordillera Central, un lugar muy hermoso, que poco a poco se esta quedando sin arboles, una pena, porque al final nos quedaremos sin agua.
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